Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos.
Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma.
Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir... Los valientes ni se enteran de su muerte.
Amo la traición, pero odio al traidor.
Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.
Nada es más fácil que censurar a los muertos.
jueves, 28 de enero de 2010
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